Aprender a ahorrar es esencial para la vida


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De usted depende que sus hijos sean más comprensivos a la hora de pedir dinero y al momento de invertirlo. Si les enseña a ahorrar, aprenden a valorar el esfuerzo propio como el de los demás y a comprar realmente lo que necesitan.

  • De usted depende que sus hijos sean más comprensivos a la hora de pedir dinero y al momento de invertirlo. Si les enseña a ahorrar, aprenden a valorar el esfuerzo propio como el de los demás y a comprar realmente lo que necesitan.

  • De usted depende que sus hijos sean más comprensivos a la hora de pedir dinero y al momento de invertirlo. Si les enseña a ahorrar, aprenden a valorar el esfuerzo propio como el de los demás y a comprar realmente lo que necesitan.

  • De usted depende que sus hijos sean más comprensivos a la hora de pedir dinero y al momento de invertirlo. Si les enseña a ahorrar, aprenden a valorar el esfuerzo propio como el de los demás y a comprar realmente lo que necesitan.

  • De usted depende que sus hijos sean más comprensivos a la hora de pedir dinero y al momento de invertirlo. Si les enseña a ahorrar, aprenden a valorar el esfuerzo propio como el de los demás y a comprar realmente lo que necesitan.

  • De usted depende que sus hijos sean más comprensivos a la hora de pedir dinero y al momento de invertirlo. Si les enseña a ahorrar, aprenden a valorar el esfuerzo propio como el de los demás y a comprar realmente lo que necesitan.

Zulay Espinosa V. -

Ahorrar es de suma importancia y son los padres los responsables de enseañar ese hábito a sus hijos.

Para lograrlo, los adultos también deben ser amantes, seguidores o creyentes del ahorro.

El señor Rafael González, de 60 años de edad, quien vive en San Antonio, es padre de tres hijos y abuelo de cinco niños. Es un ejemplo de lo que el ahorro ha logrado en su vida.

“Enseñé a mis hijos a ahorrar desde que eran niños y no me arrepiento”.

El Sr. González explica que mediante el ahorro se les enseña a programar su futuro financiero, “les transmitimos que para obtener algo que no pueden comprar en el momento, tienen que ahorrar centavo a centavo, no gastando todo el dinero que se tiene, sino guardando un poco para poder utilizarlo en un futuro”.

Para despertar en los niños el hábito del ahorro, recomienda empezar por comprarles alcancías que sean llamativas para ellos. Además, aconseja abrirles una cuenta, llevarlos al banco a efectuar sus propios depósitos y que reciban algo, como pastillas, calcomanías, llaveritos, etc. para que se sientan motivados.

“No les compren todo lo que pidan. Más bien muéstrenle lo que van ganando en intereses y cómo pueden ayudar a otros más necesitados”, expresa el satisfecho padre. Así, aprenerán también a administrar adecuadamente lo que tienen.