
Si la familia no tiene buenos hábitos de alimentación, es difícil que puedan ayudar al niño para hacer los cambios pertinentes.
Si la familia no tiene buenos hábitos de alimentación, es difícil que puedan ayudar al niño para hacer los cambios pertinentes.
Si la familia no tiene buenos hábitos de alimentación, es difícil que puedan ayudar al niño para hacer los cambios pertinentes.
Si la familia no tiene buenos hábitos de alimentación, es difícil que puedan ayudar al niño para hacer los cambios pertinentes.
Si la familia no tiene buenos hábitos de alimentación, es difícil que puedan ayudar al niño para hacer los cambios pertinentes.
Si la familia no tiene buenos hábitos de alimentación, es difícil que puedan ayudar al niño para hacer los cambios pertinentes.
Si la familia no tiene buenos hábitos de alimentación, es difícil que puedan ayudar al niño para hacer los cambios pertinentes.
Los gorditos de hoy van a ser los diabéticos e hipertensos de mañana, manifiesta el Dr. Rodríguez.
Hay dos tipos de diabetes, la llamada de los niños y la de los adultos, pero esta última ya la están padeciendo jóvenes. Esto reduce la calidad de vida y acorta la expectativa de vida.
Los niños gorditos también son rechazados, lo que trae consecuencias emocionales, depresiones. Por eso, los gorditos no quieren hacer deporte y se da un círculo vicioso.