Preocupados. Así se sienten los moradores de la calle 65-B Este, de la Barriada Crespo en Carrasquilla, detrás de la escuela Puerto Rico, porque tienen una palma que desde hace 3 años está desprendida.
Esta palmera es utilizada por los niños de la escuela Puerto Rico para jugar, lo que pone en peligro sus vidas y la de los residentes de ese sector. Temen que con los próximos aguaceros caiga en los techos de algunas residencias de este lugar.
Éste no es el único problema que confrontan los moradores de esta Barriada, también hay un edificio que presenta fallas en el sistema de aguas residuales que causa el desbordamiento de las aguas negras.
Esta situación mantiene preocupados a los niños, maestros, padres de familia y residentes del lugar, porque se han visto afectados por los malos olores, los mosquitos, y temen una epidemia.
Este lugar también es aprovechado en la noche por las personas del mal vivir que se acercan a los alrededores para quemar desechos tóxicos, consumir sustancias ilícitas y dejan los desperdicios en las áreas por donde pasan los estudiantes en la mañana para dirigirse a la escuela.
Los habitantes de esta barriada solicitan a las autoridades que los ayuden a buscar una solución a estos tres problemas, porque también tienen derecho a vivir en mejores condiciones.
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