Son sólo niños que, en vez de estar jugando, prefieren ayudar a sus padres. Isaac Noriel tiene 12 años y César 13, son hermanos y cuando salen de la escuela a la 1:00 de la tarde, se cambian y se van derechito a ayudar en el negocio de sus padres, quienes tienen un puesto de venta de legumbres en el Mercadito de Calidonia.

Ambos, con canastas amarradas que cuelgan en el cuello, salen a las calles a vender productos como limones, lechuga, ajos y tomates, y visitan las fondas que están en el área de la 5 de Mayo, porque aseguran que es donde más les compran.

No tienen pena y dicen que sus padres no los obligan, que lo hacen porque les gusta ayudar en el negocio, mientras sus progenitores están también tratando de sacar el dinero en el puesto.

Pero, a pesar de ser trabajadores, no descuidan sus estudios, ya que cuando el reloj marca las 3:00 de la tarde se van para la casa a estudiar y hacen sus deberes escolares.

Dijeron que sus padres les pagan de 5.00 a 10.00 balboas y los utilizan a veces para ahorrar o comprar sus ropas.