Por andar de volador, George Michael fue sentenciado ayer por un tribunal de Londres a cumplir ocho semanas de prisión después de confesar que, en julio, condujo un automóvil bajo la influencia del cannabis (marihuana).
Debido a ello, Michael se estrelló contra un negocio en el norte de la capital británica y dañó la fachada del edificio.
Al cantante ya le fue retirado temporalmente el permiso de conducir en 2006, por ir drogado al volante. ¡Ayayay!