
Sus familiares lo admiran mucho.
Sus familiares lo admiran mucho.
Sus familiares lo admiran mucho.
La presentación del plato es muy buena.
Esta es la cazuela.
Su comida es una delicia.
Tiene muchos clientes.
Fotos: ROBERTO BARRIO
Sus familiares lo admiran mucho.
La presentación del plato es muy buena.
Esta es la cazuela.
Su comida es una delicia.
Tiene muchos clientes.
Fotos: ROBERTO BARRIO
Sus familiares lo admiran mucho.
La presentación del plato es muy buena.
Esta es la cazuela.
Su comida es una delicia.
Tiene muchos clientes.
Fotos: ROBERTO BARRIO
Sus familiares lo admiran mucho.
La presentación del plato es muy buena.
Esta es la cazuela.
Su comida es una delicia.
Tiene muchos clientes.
Fotos: ROBERTO BARRIO
Sus familiares lo admiran mucho.
La presentación del plato es muy buena.
Esta es la cazuela.
Su comida es una delicia.
Tiene muchos clientes.
Fotos: ROBERTO BARRIO
Y es que, Pedro Aparicio ha sabido ganarse su lugar como uno de los mejores chef del distrito de Montijo, en la provincia de Veraguas.
Desde hace cinco años, este humilde hombre empezó un negocio sin pensar que no sería tan rentable. Su gran sazón, para la elaboración de mariscos, lo llevó a tener clientes de manera rápida.
Su ubicación es perfecta para degustar una deliciosa comida, ya que está a orillas de la carretera que conduce hacia Isla Leones en Veraguas. Las personas pueden tomar un rico refrigerio mientras esperan un sabroso plato de mariscos.
Un paraíso.
El relajamiento que se siente es inigualable, ya que los clientes pueden acostarse afuera del restaurante, en una hamaca, mientras la rica brisa de la mañana roza su piel.
A diferencia de otros lugares, don Pedro, de 41 años, trabaja con anticipación. Es decir, que las personas del puerto le avisan con tres días de anticipación la llegada de clientes, de esta manera él se prepara y pesca los mariscos para que estén frescos.
Es padre de 10 hijos y es un ejemplo de superación para muchos, puesto que antes laboraba como pescador y ahora se destaca como un gran cocinero. Aunque nunca olvida sus raíces, pues el mismo pesca lo que cocina.
El esfuerzo familiar es algo que caracteriza a los consanguíneos de este hombre, pues a pesar de ser la mano maestra también cuenta con la ayuda de su esposa e hijos, quienes mantienen presentable el lugar y lo ayudan en la cocina.
Anhelos.
Uno de los sueños de Pedro es ver a sus hijos crecer y dejarle, por medio de ese negocio, una fuente de ingresos y que aprendan que con esfuerzo se pueden lograr muchas cosas.