HISTORIAS
Desunidos

Redacción | DIAaDIA

Sufría mucho un labrador al ver siempre disputando a sus hijos. Jamás estaban de acuerdo en nada, y sus continuas peleas los separaban cada vez más. El pobre hombre pensó entonces que había que darles una lección y un día los reunió a su alrededor.

He recogido estas ramas para hacer fuego-les explicó- y quisiera cortarlas. Pero parece que ya no tengo fuerzas, por lo que les pido que me ayuden.

Y al decirlo entregó al mayor de los jóvenes las ramas reunidas en un haz.

Muy envanecido de su fuerza, el mayor de sus vástagos lo tomó para partirlo, pero todos sus intentos fracasaron.

Pasó el haz de leña a otro de sus hermanos, quien tampoco pudo partirlo por más esfuerzos que hacía.

Éste, a su vez, se la pasó a otro y éste a otro y el otro a aquel, pues eran varios hermanos.

Pero ninguno logró quebrar las ramas reunidas.

Entonces, el labrador, viendo que ninguno pudo cumplir con el cometido, soltó el atado y dándoles las ramas por separado, hizo que las partieran.

Cada uno emprendió la tarea, la que consiguieron hacer con toda facilidad.

El padre sólo se limitaba a observarlos.

Cuando terminaron exclamó: "¡Lo ven hijos! Mientras estén separados, será fácil vencerlos. Pero nadie podrá contra ustedes si están unidos.

No se olviden de que la unión hace la fuerza, sobre todo, si es en la familia.

Ciudad de Panamá 
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