Más de 60 delegaciones, entre panameños y ticos, ataviados con vestidos típicos de cada una de las naciones, se tomaron ayer las pequeñas avenidas del sector de la frontera de Paso Canoas, para conmemorar la celebración de los 183 años de independencia de Costa Rica, momento para engalanar la ya reconocida fiesta de la confraternidad.
Cada año, los 15 de septiembre, la línea fronteriza se llena de lujo y esplendor para conmemorar una actividad netamente patriótica, que permite estrechar más los lazos de hermandad entre los dos países.
Luis Felipe Prendas, coordinador de la actividad por la parte tica, dijo que para ellos es una fecha importante, porque los actos permiten unir dos países vecinos.
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