Con la bandera de Panamá y Costa Rica, las dos naciones fortalecieron sus lazos de confraternidad al recordar ayer la independencia de Centroamérica.
A pesar de la diferencia de monedas que existe, la línea fronteriza se unió en un sólo territorio donde los ciudadanos de ambas nacionalidades caminaban de un lado y otro. Sólo las unidades policiales uniformadas respetaron el derecho de territorialidad.
Más de 25 mil personas procedentes de las comunidades fronterizas acudieron a observar los desfiles que comenzaron en la escuela Líder, de Paso Canoas en el lado costarricense, pasó por el edificio del Instituto Panameño de Turismo hacia la carretera que conduce a Puerto Armuelles y después de 500 metros, volvió a la carretera costarricense, donde culminó.
Costa Rica celebró 185 años de independencia, al igual que los demás países centroamericanos que se mantienen de fiesta. Paso Canoas no pudo pasar inadvertidas estas celebraciones, y además de los kioscos para la venta de comida, los sitios de diversión estuvieron abiertos a orilla de la carretera de Panamá, durante toda la semana.
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