"La última vez que vi a mi hijo con vida fue a las 3 de la tarde del domingo, cuando iba para un juego de fútbol", contó Marcos Gutiérrez, mientras se lamentaba por la muerte de su hijo de 23 años, quien tenía el mismo nombre.

"Marquitos", como se le conocía, era el tercero de cuatro hijos.

El domingo, a las 11 de la noche, Marcos Augusto Gutiérrez subía las escaleras para dirigirse a su casa, ubicada en Los Andes #1, en el sector "J", cuando unos sujetos le propinaron ocho impactos, dos en la mejilla izquierda, dos en la cintura, uno en la espalda, uno en el glúteo y dos en el abdomen.

Gutiérrez manifestó que su hijo era una persona con virtudes y defectos y tenía dos años de trabajar en una empresa, instalando cables.