
La madre de Nelson está conmocionada por la muerte de su amado hijo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La madre de Nelson está conmocionada por la muerte de su amado hijo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La madre de Nelson está conmocionada por la muerte de su amado hijo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Limpió el patio de la casa de su madre.
Era muy hogareño y trabajador.
La madre de Nelson está conmocionada por la muerte de su amado hijo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Limpió el patio de la casa de su madre.
Era muy hogareño y trabajador.
La madre de Nelson está conmocionada por la muerte de su amado hijo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Limpió el patio de la casa de su madre.
Era muy hogareño y trabajador.
La madre de Nelson está conmocionada por la muerte de su amado hijo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Limpió el patio de la casa de su madre.
Era muy hogareño y trabajador.
La madre de Nelson está conmocionada por la muerte de su amado hijo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Limpió el patio de la casa de su madre.
Era muy hogareño y trabajador.
Lo quiere de vuelta. “Dios, haz un milagro, regrésamelo que muero”, gritaba Jacinta Vergara, horas después de enterarse de que su único hijo varón, la luz de sus ojos, había muerto.
Nelson Cerrud, de 28 años, fue asesinado por unos sujetos en el sector 7 de Santa Marta, San Miguelito, la madrugada de ayer, al recibir un impacto de bala bajo la oreja con salida en la frente. Su cuerpo estaba dentro del taxi en el que trabajaba y que tenía dos meses de haber comprado, un Suzuki con matrícula 906300/ 8T-20358.
Nelson era el tercero de cuatro hermanos, era el más consentido, querido por muchos y trabajaba en su taxi de 6:00 p.m. hasta las 3:00 a.m. El verdor de los ojos de su hermana, Nilena Cerrud fue opacado al enterarse de la mala noticia, ella alega que él era su vida y que ella presintió lo sucedido, puesto que soñó que su esposo había muerto; sin embargo, la realidad fue otra cuando despertó, ya que la víctima fue su hermano.
El viernes, Nelson trabajó más horas para completar dinero y comprarle el medicamento a la más pequeña de sus tres hijas, quien está enferma. Antes del hecho, había recogido a su madre en Santa Librada y la había llevado a su casa.
Nelson vivía con su pareja y sus hijas en Las Palmitas de Cerro Batea, soñaba con sacar a su madre del barrio y comprarle una casa, cada vez que le caía un dinero se lo daba a su mamá para que lo ahorrara. La niña de ocho años dijo horas después del asesinato: “mi papá me dijo que no llorara, que nadie llorara”, esto causó asombro en los familiares, quienes piensan que “Encho”, como le decían de cariño, envió un mensaje desde el cielo.