¿Sabe usted cuál es el resultado de combinar música y danza con naturaleza? Pues, una perfecta simbiosis artística.
Simbiosis es un término científico, que sirve para describir la perfecta interacción entre dos o más organismos. Pero para que comprenda mejor, le describiré el impresionante espectáculo que fue "Simbiosis, Oda Eco Danzaria para ballet, piano y bosque tropical", original del costarricense Manuel Obregón, adaptado por Rómulo Castro e interpretado por el Ballet Nacional de Panamá.
Abierto el telón, aparece una inmensa viuda negra posada en su telaraña al acecho de su próximo alimento, ignorantes, el resto de los animales del bosque sigue con su rutina. Mientras, el relajante sonido de naturaleza, pájaros y brisa, acaricia el oído de todos los presentes en el Teatro Nacional.
Monos, colibríes, mariposas, jaguares, brisa, árboles, agua y hasta las fuerzas de la naturaleza fueron, perfectamente, interpretadas por nuestros bailarines, quienes igualaron los movimientos salvajes de nuestra rica fauna. Pero no todo es belleza y tristemente la realidad supera la ficción. De pronto, al bosque llegó el fuego y la destrucción, poco a poco fueron muriendo animales y vegetación, algunos hasta el punto de la extinción.
Dos minutos seguidos de aplausos no bastaron para ovacionar semejante espectáculo. ¡Excelente!
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