Las ganas de trabajar y salir a flote, se le notan por encima de la ropa.

Para Joaquín Chang, lo más importante es trabajar, trabajar y trabajar, por ello a sus cincuenta años, recién cumplidos, se siente aún más motivado a seguir laborando.

Pese a las inclemencias del tiempo, este amable hombre asegura levantarse temprano y emprender "militarmente", todos los días, la misma ruta para vender sus guineos en la entrada de Las Mañanitas.

Con su escoba en las manos y su delantal en el cuerpo, Joaquín se muestra amablemente a quienes degustan sus frutas, las cuales vende por libra.

La limpieza es su prioridad, ya que explica que para mantener a los clientes satisfechos, es necesario tener el área de venta limpia, pues sabe muy bien que a nadie le gusta llegar a un lugar sucio y con moscas, y "cuando se tienen frutas, las moscas llegan más".

Aunque Joaquín asegura que no es un negocio rentable, sabe que le ha servido de mucho, pues con lo poco que gana, diariamente, ayuda a su madre y hermano con los gastos de la casa.

Sonriente confiesa que está conforme y agradecido con lo que le ha tocado en la vida, pues además de salud y ánimos para seguir trabajando, agradece enormemente porque tiene su pequeño negocio, ya que le ha servido de mucho al no tener un trabajo estable y remunerado. "Al menos me ha servido para vivir honradamente", dijo.

Es por eso que "contra viento y marea", Joaquín asegura que seguirá vendiendo sus exquisitos guineos, como dice la canción de Samy y Sandra: "hasta que el cuerpo aguante".

PRECIOS

La libra de guineo la vende a sólo 0.10 centavos y en los días buenos recoge hasta 20.00 balboas.