Fin de mundo. Esto sí que es el acabose. En la calle detrás del cementerio de Pacora se forma desde hace varios años una minipiscina, que afecta a varias residencias del lugar.

Una de éstas y la más directamente afectada es la de Andrés Villanueva, en la que no hay otro modo de ingresar que remangándose el pantalón. La entrada a la casa queda literalmente convertida en una laguna, pues el agua llega hasta la altura de la rodilla.

LA UNICA RAZON

Esta crecida de agua que se da con unos pocos minutos de lluvia o "con dos latas de agua", como dice Andrés, se debe al sistema de drenaje en este corregimiento. Al hacer un recorrido por Pacora, durante un corto aguacero, salta a la vista el hecho de que un buen número de cunetas están debordadas, debido a la obstrucción de las tuberías, en la mayoría de los casos, por basura, además que son muy angostas.

Precisamente, en la calle detrás del cementerio, una de las tuberías está tapada, por lo que el agua buscando por dónde salir se va a la calle y llega hasta la casa.

LAS PERIPECIAS

Como las entradas de los hogares quedan llenas de agua, hay que hacer peripecias para salir. Cuenta la Rosa que a veces cuando su hija tiene que ir a trabajar deben poner una tabla hacia el taxi para que se puede montar.

Otros vecinos, cuando el agua comienza a bajar, deciden mojarse un poco y atravesar el charco.

ESTRAGOS

Estas subidas de agua también provocan criaderos de mosquitos.

Por ejemplo, la terraza de la casa 31, ubicada en la misma calle detrás del cementerio, está convertida en una laguna... verde, por la cantidad de limo que hay, de modo que los mosquitos han encontrado un lugar perfecto.

En referencia a esta vivienda, los vecinos informaron que la señora que vivía allí tuvo que mudarse porque siempre se le metía el agua. La información fue corroborada por uno de los hijos de la señora.

Lo peculiar de toda esta situación es que el representante de Pacora, Hugo Henríquez, vive a escasos cinco metros, o sea, ni a dos casas.

HUECOS

Además de las cunetas, el mal estado de las calles es otro dolor de cabeza.