Hubo usuarios muy disgustados con los transportistas. (Foto: : MIGUEL A. CAVALLI / EPASA)
Didier Hernán Gil
| DIAaDIA
Un amanecer de ánimos caldeados. Eso fue lo que se percibió ayer frente a la piquera de buses de Pedregal, pues los residentes de la barriada ERSA cerraron la calle en demanda de que los transportistas realizaran el recorrido por este sector. Éstos se estaban oponiendo a prestar el servicio, debido a la inseguridad a la que se exponen mientras transitan cerca de los multifamiliares de San Joaquín, donde células de algunas bandas se dedican a robarles.
Esto ocasionó incertidumbre entre los usuarios y los manifestantes, ya que no podían movilizarse, pues a los buses no se les permitía que salieran de la piquera. Los quejosos enfatizaron que no abrirían hasta que interviniera el personal de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) o del Ministerio de Gobierno y Justicia.
Se conoció que ante esta protesta, circularon por Pedregal Unidades de Control de Multitudes, pero no fue necesaria su presencia, ya que apareció el secretario general de la ATTT, Miguel Martínez, quien negoció que se reabriera la vía.
Luego se realizó un recorrido por la barriada ERSA para inspeccionar los sitios donde posiblemente se asignen inspectores de tránsito, y se marcaron los puntos donde se pueden colocar algunas paradas para restablecer el servicio del transporte en este sector.
Ante la aparición del dirigente transportista de Pedregal, Dionel Broce, los manifestantes lo abuchearon y hasta le tiraron botellas plásticas, como muestra de repudio por la decisión tomada, pero éste alegó que la seguridad de su colectivo es primero.
Se acordó que hoy, a las 8: 00 a.m., habrá una reunión entre los residentes de ERSA con el viceministro de Seguridad Pública para encontrar una solución al tema de seguridad.
AFECTADOS
Algunas personas llegaron tarde a sus trabajos y escuelas, pero admitían que alguien debía hacer la lucha.