Con cuatro años de atraso, la Tesorería municipal de La Chorrera inició la tarea de realizar el censo catastral, y conocer la realidad sobre el número de comercios que están operando en el distrito y cuántos han clausurado operaciones sin reportarlo. Además de verificar si cumplen con la actividad comercial declarada.
Las cifras que se obtengan de este censo catastral, servirán de base para la elaboración del presupuesto de rentas y gastos del año 2010.
Este censo, explicó el tesorero municipal, Kléver Delgado, debe realizarse cada dos años, según dispone el Artículo 87 de la Ley 106, aunque el mismo dejó de efectuarse en el 2008, por lo que existen cuatro años de atraso.
Otro de los objetivos del censo es poder localizar los comercios que pudieran estar evadiendo el pago de impuestos municipales y determinar si la actividad que realizan es la que especifica la licencia o permiso de operación.