Duerma afuera o adentro, el animal debe tener un lugar donde pueda resguardarse del calor o de la lluvia.
En especial los perros, pues son sensibles a los cambios de temperatura.
La veterinaria Tatiana Cabrera afirmó que un ejemplo común es cuando el can está dentro de un vehículo, en donde la temperatura es superior a los 42 grados, puede llegar a sufrir un golpe de calor que le puede ocasionar la muerte. Siempre debe tener acceso al agua y a un sitio cálido al que pueda recurrir cuando tenga frío.