Minutos antes había detenido la báscula en 146.5 libras, mientras que su rival, el estadounidense con ascendencia mexicana Víctor “Vicious” Ortiz, había marcado primero el límite de la división wélter (147 libras).
Mayweather Jr. se puso un suéter de color negro y sin mangas que llevaba su apellido al frente y de inmediato pasó delante de la báscula. Allí lo esperaba Ortiz. Era el momento que todos los fotógrafos estaban esperando para descargar miles de “flashes” por segundos. Fue entonces que arrancó el libreto acostumbrado, con un Mayweather Jr. lanzando su ataque verbal, de seguro no con muy buenas intenciones.
Pero, en esta oportunidad, para sorpresa de propios y extraños, uno de los artistas principales de la película no siguió lo que decía el guión y comenzó a escribir sus propias líneas.
Las paredes del MGM Grand Garden Arena se estremecían ante el coro de &162;Ortiz!, &162;Ortiz!, &162;Ortiz!, producido por miles de fanáticos mexicanos que se habían dado cita al pesaje oficial, que fue abierto al público.
Este grito de guerra puso a hervir la sangre mexicana que corre por las venas de Ortiz que, sin pensarlo dos veces, respondió a la embestida, pero sin abrir la boca.
En vez de dar marcha atrás, como lo han hecho la mayoría de los boxeadores cada vez que el “Pretty Boy” cumple su papel de villano, Ortiz se mantuvo firme al pie del cañón. A los segundos, su rostro estaba sobre el de su rival con la intención de no perderse ningún detalle de lo que estaba vociferando a los cuatro vientos el seis veces campeón mundial en cinco categorías diferentes (superpluma, ligero, superligero, wélter y superwélter).
Mayweather Jr. daba la impresión de que estaba sorprendido porque, a medida que subía la temperatura de sus palabras, Ortiz lo obligaba a retroceder con su cara puesta sobre la de él.
No había forma de detener el empuje de Ortiz, hasta que “Pretty Boy” levantó su mano derecha y lo agarró por el cuello, provocando una sonrisa enorme en su rival y que los equipos de ambos mandos, que se encontraban en el palco, tomaran medidas rápidamente para calmar los ánimos, no sin antes lanzar una que otras palabras cargadas de dinamita pura.
Al final, el rostro de Ortiz lucía feliz y no era para menos. Y es que por primera vez en la historia del boxeo alguien había tenido las suficientes agallas para encarar al “Pretty Boy” y provocarlo ante la mirada de miles de aficionados, su primera derrota en la ceremonia de fotos, posterior a un pesaje oficial.
Mayweather Jr., el gran favorito en las apuestas en Las Vegas, tiene récord de 41-0-0, con 25 nocauts; mientras que Ortiz presenta un palmarés de 29-2-2, con 22 nocauts.
En esta pelea, que tomará vida en el MGM Grand Garden Arena, estará en juego el título de peso wélter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que ostenta Ortiz.
Será la primera defensa de Ortiz, luego de que en abril de este año se coronara campeón del mundo al derrotar por los puntos al norteamericano Andre Berto.
En el pesaje oficial también se presentaron los mexicanos Pablo César Cano y el legendario Erik “El Terrible” Morales. Ambos pesaron 140 libras, en disputa del título superligero vacante del CMB.
Cabe mencionar que esta velada también se presentará en vivo, pero en pantalla gigante y, antes de la pelea Mayweather-Ortiz, el choque entre el campeón de peso superwélter del CMB, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, ante el retador y también mexicano Alfonso Gómez.
Este combate será el principal de la función que se realizará en el Staples Center de Los Ángeles, Estados Unidos.