"Los tres tía, los tres, mis tres hermanitos se me fueron. ¿Por qué?... ¿por qué?
Esa era la frase que decía la niña Zuleika Blandón, quien junto a su madre, Bélgica Madrid, y su tía, lloraban desconsoladas sin saber la razón por la que se fueron tres de sus angelitos al cielo.
La vecindad de Altos del Sol, en Mano de Piedra, quedó muda ayer. Las fuertes lluvias propiciaron el derrumbe de un cerro, ubicado detrás de la casa 7.
Los tres hermanitos descansaban juntos en una cama, solos en un cuarto; sin poder hacer nada, el alud cayó justo sobre sus cuerpecitos. La desesperación hizo eco en los corazones de la vecindad. Todos buscaban palas y piquetas para ayudar. Desde afuera escuchaban los gritos de Zuleika y de su abuela Nivia Rodríguez, quienes dormían en el otro cuarto.
Las dos fueron sacadas por los vecinos, pero no se pudo hacer nada por los niños. Al cielo partieron Cristian Sáenz, de 8 años; Ángelo Emanuel Escobar, de 3, y Antony Emanuel Escobar, de 1 año.
Nivia esperaba afuera una respuesta sobre sus nietos. Al enterarse se desmayó y fue llevada al hospital. Bélgica sólo pedía a las autoridades que no le hicieran autopsia a sus hijos. El llanto interrumpía su hablar. Continuó diciendo: "mis hijos eran muy alegres y felices, nos íbamos a mudar el domingo". Ella había salido minutos antes y, al regresar, encontró el suceso.
UN ABRAZO ETERNO
Edwin Ortiz, uno de los vecinos que ayudó en el rescate, explicó que ellos procedieron a romper una hoja de zinc que bloqueaba la puerta. "Le gritaba a la señora que se calmaran", dijo. La sacaron a ella y a la niña.
Bélgica les indicó que dos niños estaban a la izquierda y el otro a la derecha. Los bomberos y SINAPROC llegaron a auxiliarlos. Primero sacaron a Cristian y Antony. Ortiz señaló que "los dos estaban abrazaditos presionados por una carriola". Ángelo estaba al otro lado, también presionado por una carriola.
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