El sol brillaba a su máxima expresión en el área de la Calzada de Amador, mientras que unos 30 atletas competían con alma, vida y corazón en el I Campeonato Centroamericano y del Caribe de Triatlón Ciudad de Panamá.
Todo era alegría, principalmente en esos cuatro niños que se acercaban brincando hacia nosotros. En un instante comenzamos una pequeña conversación, descubriendo que pertenecían al Centro Bilingüe Vista Alegre, que está ubicado en Arraiján.
"Nosotros practicamos todos los días el triatlón en nuestra escuela. Este es el deporte número uno de nuestro colegio", dijo muy emocionado en aquella mañana del sábado, Enrique Castillo, quien junto a otras tres niñas posaron para el lente fotográfico de Omar Batista.
Así nació la idea de este reportaje, con la intención de visitar las instalaciones de este colegio, que además de ser un centro de enseñanza, es formador de campeones y ejemplo a seguir para los demás planteles del país.
PRIMEROS PASOS
El reloj apenas marcaba las 7: 00 a.m. y ya el Centro Bilingüe Vista Alegre abría sus puertas para recibir a esos pequeñines, que con una sonrisa en sus labios llegaban acompañados de sus padres.
Cada uno con su uniforme de piscina, bicicleta de carreras y zapatillas, se aprestaba a cubrir las tres etapas del triatlón, en un día especial para todos los fanáticos de DIAaDIA.
"Esta idea de practicar el triatlón en el centro nace en el verano del año pasado, cuando el padre de la niña Lyanne Valdivieso la inscribió en el triatlón. Recuerdo que él me pidió que le enseñara a nadar y que la entrenara para ver qué resultados podrían obtener", dijo el instructor del centro, Pedro Comparaz.
"Recuerdo que en la primera competencia de Lyanne alcanzó el segundo lugar en la categoría de 9 años. Ha sido tanto su ascenso, que actualmente es la campeona a nivel nacional de la categoría 10 y 11 años", agregó.
Comparaz, mientras le daba la bienvenida a una gran cantidad de niños, siguió relatando sobre aquella fiebre del triatlón que se fue propagando por todo el Centro Bilingüe Vista Alegre.
"En noviembre de 2004, yo llevé aproximadamente 20 estudiantes a la última competencia del año de la Unión de Triatlón de Panamá (UTP). Sin lugar a dudas, Lyanne fue la motivación de todos estos niños que hoy practican el triatlón aquí en el colegio. Lyanne se hizo muy popular en el centro porque aparecía muchas veces en los diarios, luego de ganar en las competencias", precisó.
FAENA PARA SUPER ATLETAS
Ya era tiempo de entrenar y así lo hizo saber a todo pulmón Comparaz, cuando hizo sonar el silbato de guerra. Inmediatamente, los niños ni cortos ni perezosos se formaron e iniciaron con una rutina de calentamiento.
"Hay que estirar los músculos. Recuerda que antes de iniciar cualquier actividad, hay que calentar para evitar cualquier tipo de lesión", comentó Comparaz.
Cumplidos los estiramientos, una sola orden se escuchó en todo el plantel y que llenó de alegría a los infantes: tirarse a la piscina.
Según el instructor, a esta etapa en el agua se le dedica 30 minutos, porque es uno de los puntos más difíciles en la competencia del triatlón. Los niños nadaron con sólo utilizar los pies y una tabla; luego hicieron un recorrido extenso de cinco vueltas por el borde de la piscina, utilizando brazos y piernas.
Ante la mirada de los padres de familia, que no dejaban de aplaudir y gritar, los niños salieron de la piscina con mucha energía dispuestos a montarse en sus bicicletas, para cubrir la segunda etapa del triatlón.
"Llegamos a la etapa donde el niño tiene que ser veloz para salir del agua, colocarse sus zapatillas y su casco para luego cubrir un recorrido de aproximadamente 20 minutos en bicicleta, eso dependiendo del atleta", expresó.
Y así como lo explicó de forma detallada Comparaz, los niños se apoderaron de la carretera que está ubicada al frente del plantel para practicar el periodo de la transición del agua a la bicicleta.
La exigencia por parte del instructor hacia los niños, de que sólo realizaran ocho segundos para colocarse sus zapatillas y sus cascos, fue practicada no menos de siete veces, hasta que salió a la perfección.
"Le exigimos al niño velocidad, porque la ventaja que quizás logró sobre su rival en la natación, la puede perder aquí", comentó.
En total fueron 10 vueltas en bicicleta, en un trayecto corto, pero exigente, donde los niños tenían que poner a prueba su astucia al bajar una pendiente, y su fuerza para subirla.
Quizás unos cubrieron las 10 vueltas más rápidos que otros; sin embargo, en ese momento, lo importante era entregarlo todo en la última etapa: carretera.
Nadie daba su brazo a torcer, mucho menos los más "pesaditos", que demostraron ser unos verdaderos súper atletas al darle cinco vueltas a ese mismo recorrido que antes habían hecho en bicicleta.
"Estos niños tienen un corazón de gigante. Cada uno da su máximo esfuerzo y cubren las tres etapas de una buena forma, siempre con ese apoyo incondicional de los padres de familia, que son parte fundamental de toda esta competencia", acotó Comparaz.
Así terminaría nuestro recorrido por este plantel, con la satisfacción de presentarle a toda la faz del país que el deporte es una de las herramientas que se puede combinar con el estudio, para formar mejores ciudadanos.
PROXIMA PRUEBA
El equipo del Centro Bilingüe Vista Alegre se está preparando para el Triatlón Ironkids Malta Vigor, que se realizará el 16 de octubre en Clayton.
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