Luis desea obtener una prótesis para volver a trabajar como albañil y así mantener a su familia. (Foto: : ROBERTO BARRIOS / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
Luchó por su pierna. El pasado 20 de junio, Luis Barrios, de 44 años, salió de su casa, ubicada en la barriada Arco Iris, en Pedregal, para cobrar un dinero, pero nunca pensó que viviría la tragedia más grande de su vida.
Al llegar a la residencia de su amigo, que no estaba muy lejos de la suya, se enteró que éste no estaba, por lo que tuvo que devolverse con las manos vacías.
Cuando ya le faltaban pocos metros para entrar a su vivienda, un carro lo atropelló y del impacto lo lanzó a una cuneta. Él solo vio que el auto se perdía en medio de la oscuridad de la noche.
A los tres día de haber llegado al hospital, los doctores le iban a cortar la pierna izquierda, pues había quedado con grandes heridas.
Para evitarlo, luchó 15 días con los galenos para ver si se la podían salvar, pero todo fue en vano, pues una infección ponía en riesgo su vida. Frente a esta encrucijada, se llenó de valor y firmó la autorización para que le amputaran la pierna.
LIMITACIONES
Aunque se ha recuperado de ese trauma, lo que más le preocupa es que era él quien llevaba el sustento al hogar y, como no puede hacerlo, su familia está pasando mucho trabajo.
Para empeorar la situación, su esposa padece de artritis, lo que le dificulta caminar con normalidad y poder trabajar.
Por el momento se siente satisfecho de la ayuda que recibe de sus vecinos, que hacen un gran esfuerzo al compartir el súper con su familia. Si no fuera por ellos, esta humilde familia pasaría hambre.
PANORAMA
La casa de los Barrios es de bloques y está a medio terminar, no tiene agua ni luz. Sólo hay dos camas.