
El señor James vende su producto a buenos precios.Foto: JORGE QUIRÓS
El señor James vende su producto a buenos precios.Foto: JORGE QUIRÓS
El señor James vende su producto a buenos precios.Foto: JORGE QUIRÓS
El señor James vende su producto a buenos precios.Foto: JORGE QUIRÓS
El señor James vende su producto a buenos precios.Foto: JORGE QUIRÓS
El señor James vende su producto a buenos precios.Foto: JORGE QUIRÓS
El señor James vende su producto a buenos precios.Foto: JORGE QUIRÓS
Él se dedica a la venta de carne de puerco y explicó que gracias a su trabajo puede educar y darle de comer tanto a sus hijos como a sus nietos y se siente orgulloso de lo que hace, porque se gana la vida honradamente y sin hacerle daño a nadie.
Jocosamente, dijo que si el negocio no fuera rentable, no habría carniceros ni en éste ni en ningún mercado del país.
Destacó que los vendedores deben saber vender su producto y convencer a sus clientes de que lo que le están ofreciendo es lo mejor.
El señor James, al igual que muchos de los vendedores de El Mercadito se esmeran ofrecerle a su familia días mejores, sin tener que recurrir a los vicios.
Ellos son un ejemplo de que en Panamá aún hay personas luchadoras, que a pesar de todo lo malo que pueda pasar, miran siempre al horizonte y, sin pensarlo dos veces, van en busca de sus sueños y metas.