Psicología

Cuando son gemelos


Anaís Espinoza R. / Estudiante de Psicología / Universidad de Panamá -

Cada niño presenta sus propias emociones, pensamientos, preferencias y personalidad, la cual van forjando en el transcurso de su vida con ayuda de sus padres, familiares y el ambiente social que les rodea.

La crianza es más difícil porque la atención debe centrarse en los dos niños por igual y si tienen otros hijos, hay que establecer formas de convivencia adecuadas y equitativas para todos en general.

Durante la infancia, muchos padres los visten igual, pero a medida que van creciendo, permítanles decidir por ellos mismos, pues en la etapa de la niñez es donde se empieza a desarrollar la identidad de género, se incrementa la independencia, iniciativa, autocontrol y autocuidado. Cada niño desea descubrir su propio mundo y ser él mismo a pesar de que tiene a un hermano idéntico. Cada par de gemelos, tiene preferencias idénticas como distintas a la vez.

Los hermanos gemelos pueden ser muy diferentes en intelecto y en especial, en la personalidad (Plomin, 1989). Una razón son las diferencias genéticas o temperamentales que llevan a los niños a necesitar diferentes tipos de estimulación o a responder de manera distinta a un ambiente familiar similar. Un niño puede ser más afectado por la discordia familiar que otro (Rutter, 2002).

Ellos tienen experiencias que no son compartidas por sus otros hermanos.

¿Siempre juntos?

Considero que en los primeros años de escolaridad, no se debe separar a los gemelos. A medida que van creciendo los padres deben establecer buenas relaciones afectivas y de comunicación, escucharlos e identificar lo que es más apropiado para cada uno de ellos, eso dependerá de cada gemelo.

Mantenga la unidad, no promueva los favoritismos ni peleas entre hermanos.

Recomendaciones

Celebre los triunfos de ambos, no menosprecie las derrotas, establezca aprendizajes de las buenas y malas experiencias.

Preste mucha atención a la competitividad que pueda surgir entre los gemelos, incentívelos a apoyarse mutuamente.

Déjelos elegir si desean estar juntos o no para hacer las mismas actividades, enfóquese en desarrollar el potencial de cada uno.

Permita los enojos y las pequeñas sanas peleas entre ellos.