¿Cómo estás Moza? Espero que me puedas contestar que bien, porque yo no puedo decir lo mismo y, en cambio, quisiera darle una golpiza a mi pareja por sinvergüenza.

Moza, lo que pasa es que yo vivía con una amiga por más de dos años y desde que empecé a salir con mi actual novio, él no dejaba de decirme que quería compartir su vida conmigo y que como ya está casi terminando de pagar el apartamento, deseaba que nos casáramos.

La cosa es que le tuve que comentar eso a mi amiga y ella lo entendió y ambas comenzamos a buscar un apartamento para ella. Para no alargarte el cuento, lo encontramos y en segundos mi novio y yo nos mudamos al apartamento; creo que eso fue lo peor que sucedió. Desde ese día, nunca más ha trabajado, ya han pasado 7 meses y dice que no consigue nada, pues el trabajo que tenía lo perdió por llegar siempre tarde o tomado y, por ende, la que paga todo soy yo.

Moza, asustada por lo que pasa, se lo conté a mi amiga y ésta me comentó, aburrida de mentirme, que ya lo ha visto muchas veces en la disco y por allí con mujeres. Dice que el muy idiota le sonríe y hasta la saluda, pero ya se cansó de callar y me lo comentó.

No sabes lo arrepentida que me siento, sobre todo porque esa chica y yo vivíamos felices. Moza, te escribo para que me des un consejo, porque ahora mismo dice que anda en el interior adonde su madre y, lo más probable, es que llegue el miércoles. Contéstame pronto, Maruquel.

ALEJALO DE TU VIDA

Hola Maruquel, por lo que me cuentas ese hombre es un vividor y quiero decirte que no tienes ni que preguntarme qué hacer, ya que tú tienes la respuesta perfecta.

Sí Maruquel, a mí me parece que le has dado mucha rienda a su actitud de vago y que ya es hora de que le digas que desaloje tu casa y se quede con sus mujeres. Te digo esto, porque si él te valorara no hiciera eso y ya hubiera conseguido la forma de ayudarte con los gastos de la casa, como un hombre lo haría. A veces se justifica no conseguir trabajo, pero por dársela de chulo... ¡qué va!... tú no estás para eso y menos que te peguen una enfermedad de transmisión sexual. ¡Suerte!