Un estudiante alemán consiguió alistarse al ejército de terracota, que guarda la tumba del primer emperador chino, ante la perplejidad de la Policía.
Pablo Wendel, de 26 años, se las arregló para saltar al yacimiento donde se agolpan los 2, 000 guerreros de terracota, en el mausoleo del emperador Qinshihuang, en la ciudad norteña de Xian.
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