La temporada pasada fueron las botas, pero este año se presenta el reinado de los botines. Botas de media caña, de charol, de ante, con lazos, en color berenjena o vino (los tonos más recurrentes de las pasarelas) para darle un poco de luz a tu vestuario, ya que los clásicos negro y marrón persisten, como siempre, para las más clásicas.
A diferencia de las botas, que nos quedan bien a todas, los botines acortan y engordan la pierna. Así que un botín, mientras más corta tenga la caña, mejor les quedará a las que tengan las piernas robustas.
Si éste es tu caso, un consejo: en vez de empeñarte en ir a la moda, opta por los zapatos abotinados de charol verde o rojo. Y si te gusta llamar la atención, luce botines con vestidos entallados. Y mejor en tono burdeos.