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Con alma de guerrero
Erick Izario quiere ser doctor. Es un niño aplicado y su madre lo admira cada día que pasa por las cosas que hace. (Foto: ERICK BARRIOS / EPASA)

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

Se le notaba callado, pero tiene un carisma que inspira a ser mejores personas. Al conocer de su historia, algunos concluyen que "no hay razón para quejarse de la vida".

Esto es lo que irradia Erick Izario, quien tiene 8 años y estudia el tercer grado de la Escuela Virgen de Guadalupe en Las Garzas de Pacora. Allá en el parque Daniela Torrijos, sus compañeros recibían instrucciones de Educación Física por parte del maestro Juan Campos, pero a pesar de que este niño está postrado en una silla de ruedas, él no era excluido, pues sus compañeros le rodeaban y muy atentos escuchaban las directrices.

Es importante mencionar que él, pese a no poseer sus piernas, no se ha dejado doblegar y participa dentro de sus posibilidades en todas las actividades. Tanto es así que el maestro Campos aseguró que ha desarrollado algunas destrezas para el dominio del balón y es evaluado por su esfuerzo. Para comprobar su talento, Erick hizo una demostración en la que logró 23 rebotes seguidos. Esto mereció que sus compañeros de clases lo elogiaran con una ola de aplausos.

"Al principio me daba miedo que a él le fuera pasar algo, pero sé que tiene muchas fuerza en sus brazos", dijo Campos.

Pero mientras el resto de los niños corre en el parque, Erick no se queda en una esquina, ya que siempre hay un compañero que le empuja la silla y forma parte de los juegos.

Este niño es visionario, puesto que reveló a DIAaDIA que quiere ser doctor, su gran sueño.

Su madre, Nidia Conquista, manifestó que este es el menor de sus dos hijos y nació con esta malformación, porque no tuvo el dinero suficiente para realizarse un ultrasonido. Sin embargo, ella sabe que esta es una bendición de Dios y se siente orgullosa de su hijo, ya que Erick se da a querer en el sitio en que se encuentre.

También dijo que su hijo tenía una prótesis en ambas piernas, pero ya se le quedaron. Ahora mandar a confeccionar otras le representa un costo de más de 8 mil dólares, dinero que difícilmente podrá reunir, pues es ama de casa y su esposo trabaja eventualmente. Es por eso que como "mujer de fe" no pierde la esperanza de que esta herramienta llegará para mejorar la calidad de vida de su vástago.

Este estudiante del III C brilla con luz propia, pues tanto es apego por aprender y ser independiente que el maestro Campos afirmó que Erick, a través de las clases de folclor, puede distinguir una cumbia de un atravesa'o o de una cumbia abierta, además de un grito de una saloma.

La próxima vez que vaya a quejarse por algún inconveniente en su vida, mejor piénselo dos veces.

META

Erick Izario tiene pensado participar en un futuro en las competencias de silla de ruedas.





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