El agua no sólo se llevó los muebles y destruyó su casa, sino que le arrancó sus armas para alcanzar un mejor futuro.
Marina del Carmen Amores González es una de las niñas del sector de El Progreso, Torrijos - Carter, que perdió todos sus útiles escolares.
Tan sólo dos cuadernos: el de inglés y el de matemáticas, quedaron con vida después del desastre. "Los rescaté en mi casa, mojados. No creo que pueda ir a la escuela, de mis uniformes sólo se salvó una falda y tres camisas, los zapatos todavía están mojados y no sé si me sirvan", sentenció.
Igual suerte pasaron sus tres hermanos, según contó.
Este mal no sólo lo vivió Marina, sino el resto de los residentes de esta área, quienes dijeron que a pesar de la magnitud de la catástrofe, le dan gracias a Dios porque no se perdió ninguna vida, aunque el agua llegó hasta la parte más alta de sus ventanales.
AYUDA
El pueblo panameño, la empresa privada y las diversas entidades gubernamentales se han unido en una sola fuerza para ayudar a las víctimas.
Omar Tejada, coordinador del centro de acopio de El Club de Leones del Marañón, aclaró que el Municipio de Panamá repartió más de tres mil comidas calientes entre desayunos y almuerzos.
Con respecto al movimiento de ayuda, dijo que el día estuvo muy activo y que se espera recibir más donaciones, porque el pueblo está solidario y un ejemplo de ello es que en la mañana de ayer salieron seis carros repletos de ayuda, que fue repartida por la señora Cuqui de Navarro, esposa del alcalde capitalino, Juan Carlos Navarro.
Tejada señaló que falta aún más ayuda, por lo que pidió a la ciudadanía que no deje de cooperar con artículos como colchones, frazadas, alimentos y, sobre todo, agua potable, ya que hay personas que no han sentido en su boca este refrescante líquido desde que se registró el fatídico acontecimiento.
DADORES ALEGRES
Una virtud del panameño es que le gusta dar sin esperar nada a cambio. Este hecho se ha podido palpar, ya que se ha visto a personas de todas las edades, razas y condiciones sociales, ofrendando su granito de arena por los que quedaron desposeídos.
Pablo Navarro es un ejemplo de esta realidad. Él, junto a sus cuatro hijos, caminó desde calle 18, El Chorrillo, para llevar su aporte a los más necesitados.
Pablo resaltó que en esta ocasión la desdicha pasó por el sector Este, pero no se sabe si algún día le sucederá a él.
Aunque no le dijo a nadie que iba a hacer esta labor, sí admitió que le gustaría que sus vecinos también donaran, porque es mejor dar que recibir.
REUBICARAN
"Las familias que estén en sitios propensos a inundaciones o a orillas de los ríos serán reubicadas en sitios seguros", informó la ministra de Vivienda, Balbina Herrera.
Explicó que estas respuestas demorarán un "poquito más"; sin embargo, aceptó que serán definitivas para que no vuelvan a suceder tragedias similares.
Detalló que el equipo del MIVI sigue evaluando los daños en las áreas afectadas por las inundaciones, porque las soluciones serán focalizadas.
La revisión se hará casa por casa, por lo que se visitarán los sitios con el personal del SINAPROC, el IDAAN, las empresas eléctricas y todo el equipo de gobierno encargado de dar respuesta.
|