La modelo Kate Moss y su problemático novio, Pete Doherty, vuelven a dar de qué hablar. Amigos, ustedes ni se imaginan qué hicieron esta vez.
Sucede que los residentes de un centro de rehabilitación quedaron sorprendidos por su comportamiento, y dicen que Kate y Pete no sienten vergüenza de ser demostrativos.
Ellos alegan esto, porque Kate había ido a visitar a su pareja al centro The Priory, al norte de Londres, y dicen que el reencuentro fue más que afectuoso en el jardín de la institución.
Fíjense que el diario The Sun publicó lo siguiente: "A pocos metros de la acaramelada pareja, había un grupo de autoayuda teniendo su sesión. Como era un día tan hermoso, el líder había decidido tener el encuentro al aire libre. Pero al poco tiempo, notó a dos jóvenes muy cariñosos en un banco cercano. Estaban besándose y acariciándose. Había muchos gemidos". ¡Qué horror!
Bueno, les cuento que la modelo había ido a visitar a Doherty, durante su estadía por cuatro semanas, para combatir la adicción a las drogas. Cuando la pareja se dio cuenta de que estaba siendo observada por los demás residentes, se separó de inmediato. ¡Velos picarones!
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