Sólo faltaban las cortinas y la alfombra para que el "Hotel Imperial" hiciera historia en Panamá, por su lujo y elegancia. Sin embargo, el sueño duró poco, un repentino incendio en un viejo caserón de El Chorrillo cambió todo. Sin duda, hizo historia, pero de otro tipo.
¿Qué panameño no ha escuchado hablar del famoso "Castillo de Grayskull"? Como fue llamado el hotel por el estado en el que quedó, luego de que sus inesperados inquilinos lo habitaran. Historias de crímenes y escondites secretos, han sido parte del mito que representa este inmueble.
En sus inicios, emblemáticas familias y reconocidos personajes habitaron el edificio, donde también operaban varias oficinas de empresas, ubicado en San Felipe, frente a la Plaza Herrera.
Luego de las remodelaciones realizadas por la familia García, de origen español y dueños del hotel, el edificio tomó mayor importancia al convertirse en el primero en Panamá en tener elevador. Pero, ante una orden militar dictada en el año 1978, fue tomado para reubicar a las familias damnificadas de un incendio en El Marañón. Allí se inició la cuenta regresiva de la beldad del "Hotel Imperial".
La delincuencia y el descuido de sus residentes acabaron con el lujo, y lo convirtieron en "Castillo de Grayskull". Finalmente, llegó lo que tantos esperaban: el desalojo.
Tanto dueños como vecinos se alegraron por la noticia; unos por tener de vuelta en sus manos un bien en el que tanto dinero habían invertido; los otros, porque al fin se respiró paz en el lugar.
LA REALIDAD
La felicidad duró poco a la familia García, pues al ver el deplorable estado en el que lo dejaron, supieron que costaría mucho devolverlo a su estado inicial. Además de las paredes destruidas, se hicieron modificaciones en las estructuras, como la construcción de baños comunales. Aun cuando han expresado intenciones de restaurar totalmente el edificio, los propietarios se encuentran a la espera del pago de una deuda pendiente que tiene el Estado con ellos, en concepto de arrendamiento.
Mientras que el arquitecto Roberto García, propietario, aseguró que el Estado le debe cerca de 384 mil balboas, Ricardo Sánchez, secretario general del Ministerio de Vivienda, maneja una deuda de 200 mil balboas. Sánchez expresó que el Ministerio tiene todas las intenciones de pagar la deuda de arrastre que se tiene con la familia García; sin embargo, aclaró que se hará en la medida que pueda el Estado.
García destacó que sólo está a la espera del cierre del año fiscal para entablar una demanda formal, pues de no haberse incluido el pago de esta deuda dentro del presupuesto estatal, procederá. Al momento que ya se decida iniciar un proyecto de restauración en este edificio, el propietario deberá acogerse a las normas establecidas por la Dirección de Patrimonio Histórico.
VALE MUCHO
Actualmente, el edificio tiene un costo entre los 2 y 3 millones de balboas. Se habla de una restauración total.
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