La constante presencia policial es un síntoma de que algo grave está pasando.
La famosa barraca "Don Bosco", ubicada en Santa Ana, continúa siendo uno de los símbolos de desidia nacional.
Un rutinario operativo de profilaxis nos llevó a visitarla, y pudimos apreciar que las cosas no han mejorado.
Corrientes de agua potable, mezclada con basura y desperdicios, nos guiaban hasta los cuartos traseros, donde varios jóvenes eran revisados por las unidades policiales. Las viejas y nuevas cicatrices de bala en sus espaldas desnudas, revelan la dura vida que llevan en medio de la violencia.
INTIMIDACION
Entre las amenazas de algunos de los residentes, continuamos el recorrido, y a medida que íbamos avanzando descubríamos maderas y techos rotos, tuberías de agua dañadas e inodoros llenos de excremento.
Al preguntar a los inquilinos si era seguro o no vivir allí, con temor y en voz baja respondían que no; sin embargo, sus gestos de indignación por no tener la oportunidad de vivir en otro lugar, dejaban entrever la desesperación, pues la inconsciencia de algunos vecinos no acompaña el esfuerzo del resto.
¿QUE PASA?
En la barraca "Don Bosco", la insalubridad y el mal estado del caserón representan un peligro para los inquilinos.
|