
Ayude al pequeño a que desarrolle el gateo, pero sin presionarlo; más bien estímulelo y dele su espacio.
Ayude al pequeño a que desarrolle el gateo, pero sin presionarlo; más bien estímulelo y dele su espacio.
Ayude al pequeño a que desarrolle el gateo, pero sin presionarlo; más bien estímulelo y dele su espacio.
Ayude al pequeño a que desarrolle el gateo, pero sin presionarlo; más bien estímulelo y dele su espacio.
Ayude al pequeño a que desarrolle el gateo, pero sin presionarlo; más bien estímulelo y dele su espacio.
Ayude al pequeño a que desarrolle el gateo, pero sin presionarlo; más bien estímulelo y dele su espacio.
Ayude al pequeño a que desarrolle el gateo, pero sin presionarlo; más bien estímulelo y dele su espacio.
Está relacionado con diferentes facultades tanto físicas, motoras como neurológicas.
Para aquellos padres que se sienten orgullosos de que sus hijos caminaron sin siquiera haber gateado, les informamos que el gateo es más importante de lo que parece.
De acuerdo con Erick Ortiz, Licenciado en Educación con Énfasis en Educación Física y Recreación, gatear prepara al niño a desarrollar la escritura y la lectura, además creará más independencia o autonomía, puesto que al gatear el bebé tiene la libre disposición de ir y venir por donde sea o donde le llame la atención.
Por otra parte, el hecho de que el niño tenga contacto con el suelo por medio de sus dedos y manos, así como de sus extremidades inferiores, contribuye a que él palpe diferentes texturas, lo que permite que poco a poco vaya conociendo y reconociendo las diferencias entre ellas.
En un futuro, esa experiencia le ayudará a agarrar correctamente los objetos pequeños como el lápiz y posteriormente le ayudará a desarrollar bien la escritura.