Instinto por lo dulce


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Los menores utilizan más la energía que consumen por medio del juego y el ejercicio. Los adultos deben esforzarse más en buscar un balance calórico entre lo consumido y lo gastado. Por eso, a mayor edad, mayores problemas de obesidad y diabetes. He allí la importancia de la actividad física regular, aunque sea moderada.

  • Los menores utilizan más la energía que consumen por medio del juego y el ejercicio. Los adultos deben esforzarse más en buscar un balance calórico entre lo consumido y lo gastado. Por eso, a mayor edad, mayores problemas de obesidad y diabetes. He allí la importancia de la actividad física regular, aunque sea moderada.

  • Los menores utilizan más la energía que consumen por medio del juego y el ejercicio. Los adultos deben esforzarse más en buscar un balance calórico entre lo consumido y lo gastado. Por eso, a mayor edad, mayores problemas de obesidad y diabetes. He allí la importancia de la actividad física regular, aunque sea moderada.

  • Los menores utilizan más la energía que consumen por medio del juego y el ejercicio. Los adultos deben esforzarse más en buscar un balance calórico entre lo consumido y lo gastado. Por eso, a mayor edad, mayores problemas de obesidad y diabetes. He allí la importancia de la actividad física regular, aunque sea moderada.

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Zulay Espinosa V. -

Es algo que comienza desde el nacimiento. Los niños sucumben antes los postres, chocolates, helados, pastillas... Algunos estudios indican a qué se debe.

Durante el reciente Simposio de edulcorantes no calóricos de la Serie Científica Latinoamericana, realizado en Bogotá, Colombia se dieron a conocer algunos aspectos acerca de por qué a la mayoría de los seres humanos les encanta comer alimentos dulces.

El Dr. Adam Drewnowski, director del Centro de Obesidad de la Universidad de Washington, expuso el tema “Los humanos y el dulzor: ¿por qué nos gustan las cosas dulces?” y señala, entre otras razones, que los principales recuerdos de lo que se comía en la niñez están relacionados con lo dulce debido a que cuando se es niño o adolescente, se prefieren alimentos y bebidas mucho más dulces.

El experto arguye que esto también puede estar relacionado con la evolución, ya que lo dulce provee a los menores la energía que requieren en su crecimiento.

Es por ello que, luego de los 12 años de edad, cuando baja la intensidad del desarrollo corporal, esta preferencia va disminuyendo. Con los años, los adultos empiezan a dejar de preferir las cosas dulces y a disfrutar los sabores más complejos, incluyendo los amargos.

Los estudios revelan que los niños prefieren frutas con mayor cantidad de energía, mientras que los adultos los que tienen con mayor densidad de energía.