Se sienten desamparados

El distrito de Chepigana, en Darién, otrora productor infatigable de verduras, plátano, carne de res y madera, y explotador de productos del mar, hoy es considerada la “cenicienta del oriente panameño”, ya que la extensa comunidad no cuenta con apoyo, especialmente para la atención de los múltiples problemas sociales que los aquejan.

Un creciente número de niñas embarazadas, drogadicción, deserción escolar, niños y jóvenes de ambos sexos en riesgo social, drogadicción, delincuencia, falta de caminos de producción, desempleo y encarecimiento de alimentos, fueron algunos de los problemas expuestos a este medio por Marta Quintana, alcaldesa de Chepigana.

La funcionaria destacó que uno de los problemas para el cual urge una solución, es la construcción del puente sobre el río Sabana, que está a punto de colapsar porque las crecientes lo han deteriorado al punto de convertirse en una amenaza para el transporte público y privado, que lo utilizan diariamente. El problema tiene pendiente un pronunciamiento de las autoridades, ya que la obra se sometió a licitación, pero ante el incumplimiento probado, se le endosó a la aseguradora concluir el proyecto.

Otro de los problemas álgidos de Chepigana, donde viven 30 mil pobladores y un presupuesto que frisa los B. 900.000, es la falta de una política efectiva de la tenencia de la tierra, pues muchas personas están vendiendo sus lotes a los productores de teca, y luego, sin ninguna posesión, invaden tierras en sitios cercanos, como Chepo.

Los caminos de producción no reciben el mantenimiento adecuado, lo que ha obligado a los productores a vender a muy bajos precios sus cosechas y, en algunos casos, a limitar sus siembras al consumo hogareño.

También denunció los frecuentes choques entre traficantes de drogas de Panamá y Colombia, que se disputan los caletos que los vecinos tratan de introducir a nuestro país.

Puerto Quimba, punto estratégico para embarque y desembarque de pasajeros que viajan hasta La Palma y otros lugares, no está cumpliendo debidamente su función, ya que la empresa encargada de su restauración incumplió y ahora la infraestructura no está en toda su capacidad de servicio.