No cualquier lanzador tiene la gran oportunidad de ganarle a los Yanquis de Nueva York.

Qué felicidad debe sentir todavía en estos momentos el lanzador de los Azulejos de Toronto, el panameño Davis Romero, quien logró su primera victoria en las Grandes Ligas, y fue nada más y nada menos que ante los Yanquis de Nueva York, que de paso perdieron por 3-2, pero se proclamaron campeones por novena vez consecutiva de la División Este de la Liga Americana, gracias a la derrota de los Medias Rojas de Boston, por 8-2 frente a los Mellizos de Minnesota.

Romero entró en la parte baja del cuarto episodio. Cuando el estelar de Toronto, Roy Halladay, tuvo que salir por un dolor en el antebrazo, el panameño trabajó dos entradas un tercio, en los cuales aceptó tres imparables, entre ellos dos por parte del puertorriqueño Bernie Williams y un cuadrangular solitario en el sexto capítulo.

Igualmente, Romero, que realizó 34 lanzamientos, 21 de ellos por la zona de los strikes, ponchó a un bateador que fue Bobby Abreu, regaló una base por bolas a Melkys Cabrera y le anotaron una carrera que fue limpia, para dejar su promedio de efectividad en 3.38.

INCONVENIENTE

El único problema de la jornada para los Yanquis fue que no pudieron celebrar el título porque el partido de los Medias Rojas concluyó 30 minutos después.