"Que acepten la verdad". Así exige la señora Leida Flores, hermana de Beatriz, quien tiene varias semanas hospitalizada en el Complejo Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social, por una cirugía de apendicitis.
Beatriz regresó al hospital dos días después de que la operaron (25 de agosto), porque de la herida le salía un agua maloliente.
Días después, le dieron de alta, pero al día siguiente fue ingresada, nuevamente, porque aún tenía secreción. Beatriz contó a DIAaDIA que sentía que algo se movía adentro y le dolía.
Los médicos le colocaban encima de la herida gasas con yodo para curar la infección, pero pasó una semana y la situación seguía igual. Fue cuando "una doctora me introdujo la mano en la herida y sacó dos gasas verdes y con mal olor. Yo me asusté. Supe que algo estaba mal".
Desde entonces mejoró, por lo que su familia considera que las gasas estaban desde la operación.
NO COMPARTE LA IDEA
El jefe de Cirugía General del Complejo, Javier Díaz, explicó que la infección se debió a la gruesa capa de grasa y que las gasas se las colocaron cuando ingresó por segunda vez al hospital. Esto le curaría la herida.
El galeno aclaró que las gasas sólo estuvieron 24 horas y no se quedaron desde la cirugía.
UNA OPINION
Se consultó a un cirujano, que no quiso revelar su nombre, y apoyó la versión de la paciente, pues es raro que el malestar desapareciera luego de que le sacaran las gasas.
LEGAL
La hermana de Beatriz interpondrá una denuncia formal y no descarta una penal por negligencia.
|