La desolación se siente; pocos pasos se escuchan y la incertidumbre de los vendedores crece cada día: no hay clientes.

El movimiento comercial en las inmediaciones del antiguo Mercado Público de San Felipe es escaso, su traslado sigue golpeando a los pequeños comerciantes que vivieron la efervescencia de las ventas en el lugar. Algunos tienen hasta 15 años de estar allí, el más antiguo cumple 90 años.

Un retrato de esta realidad es lo que se vive en las calles: Carlos A. Mendoza y Juan Mendoza, conocidas popularmente como el final de la Salsipuedes, donde hoy es un paseo salir y lo que salta a la vista es el espacio del demolido mercado.

UNA RUTA FACIL

Esta pictórica calle alberga a muchos buhoneros, vendedores de frutas, verduras, tabaco, ollas, sombreros, lámparas de kerosene, en fin, un cúmulo de productos buscados en su mayoría por la gente del campo y los darienitas.

RECUERDOS

Un fiel testimonio es el de José Alberto Villa, un tradicional vendedor de tabaco, que permanece esperando mejores tiempos. Su negocio lo inició su padre hace 90 años.

"Las ventas han bajado demasiado, porque se ha ido el mercado", contó este hombre que ha dedicado parte de su vida al comercio que engalanaba esta área, considerada la entrada del Casco Antiguo.

ENTRE TODOS

Evangelina Pineda teje una camiseta en su puestito, tiene tres días sin vender nada, sus 9 años de estar en el lugar la hacen una experta, sabe que "ya esto se puso muy feo por acá".

Sus esperanzas no son muchas, con la construcción del proyecto de estacionamientos en el espacio del mercado. Surgen preguntas: ¿Nos beneficiará?, ¿nos desalojarán? Eso no lo sabemos, se responde ella misma.

Saben que las malas ventas podrían cambiar para ellos, si en el cambio de imagen del sector, están incluidos.

CLIENTES

La gente que venía al mercado y la que viajaba por mar a Darién, veía el lugar como centro comercial.