Si el pequeño es bien orientado, no usará el llanto para manipular, por el contrario si le presta la debida atención a todo lo que hace, aprenderá a comunicarse.
LOS PRIMEROS SEIS AñOS
El llanto no sólo es una forma de expresión, puede ser un medio para obligar a los padres a ceder ante los caprichos.
En el momento del nacimiento de un hijo, lo primero que los padres desean oír es el llanto del bebé pues sin duda éste es un signo vital que representa con claridad la llegada al mundo de una nueva vida. Sin embargo, cuando esa poca armoniosa melodía se transforma en pan de cada día o incluso de cada hora, los padres desearían tapar sus oídos para siempre.
EL LLANTO ETERNO
Cuando los padres se han pasado la mayoría de las noches en vela y la mayor parte del día poniendo el chupete, la pregunta que surge es si ese llanto será un eterno compañero y permanecerá como una característica de la niñez. Según la psicóloga Ximena Charme, el bebé llorón no necesariamente se transforma en un niño llorón.
RECONOCER EL LLANTO
Entre el primer y tercer año de vida, el llanto es normal. Es. la etapa del negativismo y es común, por ejemplo que se acentúen las pataletas. En esta etapa el niño afirma su personalidad y si esas crisis de llanto han sido bien llevadas, lo normal es que el niño deje atrás ese medio de expresión y dé paso al lenguaje. "Si por el contrario los padres refuerzan las pataletas y se hace lo que el niño quiere, esta etapa se extiende más allá de los tres años", explica la psicóloga. En este caso el niño puede convertirse en ese que ¡llora por todo!
Muchas veces los niños lloran por aburrimiento.
Hay padres que no saben incentivar a los niños a jugar y el único juego que ellos conocen es estar arriba de la mamá molestando y lloriqueando. En estos casos la solución está en que los padres enseñen desde pequeños, alternativas de entretención. "No es una tarea muy difícil, pero hay que hacerla, pues es algo que a menudo no es innato sino que se puede fomentar.
ALGUNAS PRECAUCIONES:
No reforzar el llanto. La idea es enseñarles que las cosas se piden con palabras y no se manipula a través del llanto. Una vez que se ha consentido en los caprichos, es difícil dar vuelta atrás y es probable que se formen niños dominantes y demandantes. El niño percibe el dominio que ejerce sobre sus padres y en adelante utilizará la simple amenaza de llanto para conseguir de ellos cuanto desee.
Es importante ser consistente Decirle que sí a todo y al día siguiente negarle cualquier propuesta no es muy convincente. Los límites de lo que se da y de lo que se puede hacer deben ser claros.
No ceder al llanto por cansancio. Mejor es intentar distraerlo con algo atractivo y sacarlo de su capricho.
Ayudar al niño a que se exprese en forma verbal, a través del lenguaje y no del llanto.
Muchas veces el llanto es un medio para llamar la atención; entonces, si el niño la obtiene, utilizará este recurso con frecuencia. Por el contrario, si también se le atiende en períodos buenos, se dará cuenta de que el llanto no es la única herramienta, pues también obtiene estímulos cuando los pide de otra forma o incluso cuando no los pide.
LLANTO: DATOS PARA ATENDERLOS
Consuelo Recuerde que el recién nacido se está adaptando a su vida fuera del vientre. No dude en consolarlo, para que se sienta seguro.
Motivo Si el niño llora puede ser que necesite algo como dormir, comer, jugar, cambio de pañal, o se siente mal. El llanto es su manera de comunicarse.
Llorón Existe la posibilidad de un llanto sin causa, sobre todo cuando son más grandes, para llamar la atención y conseguir lo que quieren.