¿Qué pasa más allá de las malcriadeces, grito y lágrimas? Según el psicólogo Mario González, es un mecanismo que los niños usan para adquirir lo que desean, un recién nacido llora para que lo alimenten, desde pequeños ellos saben que a través del llanto lo consiguen.
¿A qué se debe esta conducta?
Se debe a diversos factores, según los especialistas, una de las causas es que los niños pasan mucho tiempo a solas, peleas constantes en su hogar o porque sus padres están separados, no les enseñan pautas, normas, no los orientan de manera adecuada, ellos crecen con libre albedrío y aprendiendo lo que está en su ambiente, que muchas veces no son las conductas correctas, manifestó la psicóloga Marianela de Thompson.
Mario González añadió que esta situación se presenta por falta de valores en los hogares, y por ende los niños ven y actúan lo que sus padres hacen, ya que ellos están en proceso de formación.
Qué deben hacer y qué no deben hacer
Un niño es como una plastilina que se amolda a la forma que le dan sus padres. Para evitar que un pequeño se convierta en un dictador es preferible comenzar a enseñarle a razonar.
Según González, esta conducta no se combate a través de golpes, gritos y castigo, porque esto incrementa la ira del niño, sino hablarles, enseñarles valores y respeto a sí mismos y a los demás. Recomendó también que lo padres deben evitar los insultos o palabras obscenas delante de sus hijos porque esto pude ocasionar trastornos en ellos.
&162;Que no levante la voz!
Además, deben evitar que sus hijos les alcen la voz, no darles las cosas cuando ellos las exijan, educarlos a que pidan las cosas de manera correcta y en caso de que lloren decirles: “Puedes hacer tus pataletas pero no conseguirás lo que quieres”, explicarles ahorita no te pudo comprar ese juguete pero mañana sí, hacer que entiendan sin gritos y golpes.
Deben saber que tienen el control de sus hijos, no viceversa; deben inculcarles normas, principios y no contradecirse, llamarles la atención cuando es necesario, pero no al frente de sus amiguitos. En caso de que la situación empeore es mejor llevarlo con un psicólogo.