En solidaridad a la tragedia que vive varias familias asiático-panameñas los comerciantes chinos de varios puntos del país decidieron no abrir sus negocios.
Ejemplo de ello está la provincia de Colón, la mitad de del comercios fueron paralizados.
Los puestos de carnes y verduras estaban vacíos y los rostros de tristeza en los asiáticos era evidente, la comunidad china se unió para pedir a gritos justicia.