Ya llegaron los cinturones con fuerza a sostener las faldas, los pantalones, pero, sobre todo, a adornar esa sugestiva parte del cuerpo femenino, la cintura y la cadera.
Como regla general, nunca se abroche la hebilla en el último agujero, quedará demasiado tallado y, aunque esté delgada, dará la impresión de estar pasada de peso, con mayor razón si tiene unos kilitos de más. Si no le queda bien, debe buscar una talla mayor.
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