No era un deporte de su agrado, sin embargo, sus padres querían que jugara béisbol y él empezó a los 7 años en las ligas infantiles de Panamá Metro.
Sólo estuvo 3 años jugando béisbol, pues de pequeño su pasión fue el fútbol, se contagio a través de la televisión. Carlos Matos siguió practicando el deporte del bate y la manilla, pero dejó de asistir a las pequeñas ligas.
En medio de risas, Carlos contó que una noche habló con sus padres y les manifestó su deseo de jugar fútbol. "Ellos me dijeron que eso aquí no pagaba, pero yo quería hacer el cambio", agregó.
INICIO TARDE
Sus padres aceptaron ya cuando Carlos tenía 14 años. Dos años después, ingresó al club Chorrillo de San Miguelito y luego pasó a su actual equipo, Escuela Evolutiva, donde juega de extremo izquierdo y trata de ayudar en la superación del club.
Admitió que empezó un poco tarde, pero eso no ha sido impedimento para practicar en buena forma el deporte que más le gusta. Esta semana, Matos jugó con su plantel, el Instituto Justo Arosemena, el torneo intercolegial Luis "Bombito" Romero In Memóriam, de mediocampista de contención. Cursa el sexto año del Bachiller en Ciencias.
ES AGUERRIDO
Se destaca por su buena marca, pelea todos los balones y mete pierna fuerte. Una vez recupera la esférica, juega hacia adelante, buscando al mejor ubicado en ataque.
Su sueño es salir del país e incursionar en el fútbol de Francia para ganar dinero por medio del deporte, pasión de multitudes.
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