Un tiro casi acaba con la vida de un infante. Edita Duarte consentía a su pequeño nieto, Yael Cuevas, de año y cinco meses, cuando al sostenerlo en brazos, el niño empezó a llorar. Una bala entró a la casa y se introdujo por el costado del menor de edad y le salió por la espalda, ocasionándole una hemorragia.

Los llantos de dolor del niño y la desesperación de la abuela alertaron a los vecinos de que algo estaba pasando. Por todos los escalones había rastros de sangre. Este hecho se registró a las 11:30 a.m. de ayer, en el sector 4 de Samaria, San Miguelito.

Y es que todo indica que en la parte de Calle "M" final, un sujeto que fue supuestamente identificado por los residentes como miembro de la Dirección de Investigación Judicial (DIP), efectuó disparos y uno de los tiros salió en dirección al frente de la casa. Al parecer, el policía estaba buscando a un delincuente.

La comunidad, enfurecida, intentó tomar la justicia por sus manos contra el agente, por la manera inconsciente en que actuó al disparar. Luego fue sacado del lugar por otros uniformados.

El niño fue trasladado a la policlínica María Valdés y posteriormente al Hospital del Niño, en donde se mantiene recluido en la Sala de Cuidados Intensivos bajo observación.

SE COMPLICA

Yael esperaba subir su hemoglobina para ser sometido a una operación de una hernia en uno de sus testículos. Ahora su condición es delicada.