Su barriga era como de seis meses, pero ella no superaba los 16 años. Estaba yo en un centro comercial cuando frente a mí pasaron tres jovencitas de una escuela pública de la cual me reservo el nombre, una de ellas estaba vestida con una batita azul, pues su barriga, producto de un embarazo ya no "cabía" en su falda escolar.
Como la vista es necia, observé disimuladamente al trío que se sentó unos minutos junto a mí. No pude descifrar de qué hablaban, además mi mente iba más allá. Me pregunté tantas cosas, entre ellas, bajo qué circunstancias ha vivido esa jovencita, que provocaron que, como se dice, "metiera la pata".
Ella estaba tranquila, sí, era una estudiante más sólo que con una situación distinta, pero la verdad me dio mucho pesar lo que vi. Debo admitir que conozco jóvenes que tuvieron sus hijos en edad escolar y con apoyo de las familias salieron adelante, pero también sé de casos en los que el futuro no fue para nada próspero.
Sólo puedo decirles, chicas no se busquen un "dolor de cabeza" a tan temprana edad, que aunque un hijo es una bendición, hay circunstancias en las que se vuelve un serio problema. Saben, qué rico es disfrutar de una juventud tranquila, sin compromisos, sin tener que dividir los estudios con un bebé y todas las responsabilidades que eso conlleva.
Como dicen por ahí: "Quien coge consejo, llegará a viejo". Cada cosa a su edad, muchachas, y la suya, ahora mismo, es estudiar y prepararse para el futuro, y así cuando ya puedan brindarle algo más a un bebé, entonces sí tengan cuántos quieran. [email protected]