
El camino desaparece por la desidia.
El camino desaparece por la desidia.
El camino desaparece por la desidia.
Por el Camino Real (1527) se movilizaba el oro de la realeza y por el Camino de Cruces (1530, aproximadamente) el resto de los objetos que la colonia necesitaba mover (alimentos, materiales, entre otros).
Foto cortesía de Iván Espinosa
En el camino se encontró la piel de una serpiente que había mudado.
Foto: Sesiel Cespoli
En este punto se observa parte del camino con las piedras sueltas.
Se atravesaron potreros en algunos puntos de la expedición.
Letreros casi deteriorados señalan el camino de la historia olvidado.
Foto: Sesiel Cespoli
Parte del recorrido empieza en canoa.
Esta bella cascada forma parte del paisaje
El camino desaparece por la desidia.
Por el Camino Real (1527) se movilizaba el oro de la realeza y por el Camino de Cruces (1530, aproximadamente) el resto de los objetos que la colonia necesitaba mover (alimentos, materiales, entre otros).
Foto cortesía de Iván Espinosa
En el camino se encontró la piel de una serpiente que había mudado.
Foto: Sesiel Cespoli
En este punto se observa parte del camino con las piedras sueltas.
Se atravesaron potreros en algunos puntos de la expedición.
Letreros casi deteriorados señalan el camino de la historia olvidado.
Foto: Sesiel Cespoli
Parte del recorrido empieza en canoa.
Esta bella cascada forma parte del paisaje
El camino desaparece por la desidia.
Por el Camino Real (1527) se movilizaba el oro de la realeza y por el Camino de Cruces (1530, aproximadamente) el resto de los objetos que la colonia necesitaba mover (alimentos, materiales, entre otros).
Foto cortesía de Iván Espinosa
En el camino se encontró la piel de una serpiente que había mudado.
Foto: Sesiel Cespoli
En este punto se observa parte del camino con las piedras sueltas.
Se atravesaron potreros en algunos puntos de la expedición.
Letreros casi deteriorados señalan el camino de la historia olvidado.
Foto: Sesiel Cespoli
Parte del recorrido empieza en canoa.
Esta bella cascada forma parte del paisaje
El camino desaparece por la desidia.
Por el Camino Real (1527) se movilizaba el oro de la realeza y por el Camino de Cruces (1530, aproximadamente) el resto de los objetos que la colonia necesitaba mover (alimentos, materiales, entre otros).
Foto cortesía de Iván Espinosa
En el camino se encontró la piel de una serpiente que había mudado.
Foto: Sesiel Cespoli
En este punto se observa parte del camino con las piedras sueltas.
Se atravesaron potreros en algunos puntos de la expedición.
Letreros casi deteriorados señalan el camino de la historia olvidado.
Foto: Sesiel Cespoli
Parte del recorrido empieza en canoa.
Esta bella cascada forma parte del paisaje
El camino desaparece por la desidia.
Por el Camino Real (1527) se movilizaba el oro de la realeza y por el Camino de Cruces (1530, aproximadamente) el resto de los objetos que la colonia necesitaba mover (alimentos, materiales, entre otros).
Foto cortesía de Iván Espinosa
En el camino se encontró la piel de una serpiente que había mudado.
Foto: Sesiel Cespoli
En este punto se observa parte del camino con las piedras sueltas.
Se atravesaron potreros en algunos puntos de la expedición.
Letreros casi deteriorados señalan el camino de la historia olvidado.
Foto: Sesiel Cespoli
Parte del recorrido empieza en canoa.
Esta bella cascada forma parte del paisaje
Se empieza desde el lago Alajuela, donde se toma una lancha.La primera parada es en el río Pequení, donde se comienza el recorrido al pasado histórico por la primera ruta que unía a los poblados del Atlántico panameño con el Pacífico: el Camino Real. Este camino conectaba a la antigua ciudad de Panamá con Nombre de Dios y después con Portobelo en la época colonial. Allí se movía el comercio internacional de la época, por ende, es parte trascendental de la historia que se pierde ante la indiferencia de los panameños, por este patrimonio histórico.
DÍAaDÍA se adentró a este recorrido lleno de sorpresas y mucho historia relatada por los guías. El sendero estaba compuesto por un camino empedrado muy plano, quienes lo construyeron usaron piedras y las enterraron verticalmente en el suelo, el camino no era para carretas, era únicamente para caravanas de mula, solo pasaba el animal que tenía en su lomo la carga que podría pesar, máximo 212 libras.
Primera parada
En el primer punto en el sitio Pequení se pudo observar una parte bastante conservada de como sería el Camino Real.
Cada diciembre cuando se crece el agua del río hace estrago en la conservación de este pedazo de historia, el agua oculta parte del camino y esta parte de la estructura monumental cada vez se deteriora más, metiéndose el agua entre las piedras y quitándole consistencia y durabilidad.
La erosión, el uso constante en esa época y el desuso en la actualidad, y la falta de mantenimiento dan como resultado la muestra del camino como se ve hoy en día, en pedazos y piedras dispersas entre la tierra. Poco a poco desaparece parte importante de la historia.
Segunda parada
Se continúa en la lancha para llegar al sendero histórico.
La comunidad limpia el sendero en la medida de su alcance para que los visitantes locales y turistas puedan transitar tranquilamente, quitando los árboles del medio, la mala hierba e ir descubriendo las piedras en el camino para que las puedan observar quienes transitan el sendero. La paja canalera es uno de los peores enemigos, como esta crece rápidamente los de la comunidad tienen que estar en constante mantenimiento.
Pero esto no le quita la aventura, el sendero pasa hasta por potreros, y tendrá que atravesarlos por medio de alambres de púas, todo esto supervisado y amablemante ayudado por los guías y personal de la comunidad.
También atravesará por quebradas, verá más de una el camino, y si está lloviendo hay que tener cuidado con la corriente que puede ser fuerte todo esto para seguir el tramo del Camino Real.
Ecoaventura
Para el deleite de la vista durante el recorrido se desviarán para observar una pequeña cascada, así los amantes de la naturaleza se sentirán complacidos y agarrarán un aire antes de seguir la jornada.
Los turistas podrán ver diferentes tipos de plantas, pájaros y árboles que se encuentran durante el recorrido en el sendero.
Los guías están dispuestos a atender cualquier pregunta referente a la vegetación, fauna y al mismo sendero, ya sea históricamente y de actualidad.
Historia, pobreza y turismo
El sendero turístico llega a la comunidad de Quebrada Ancha, no sin antes pasar por riachuelos, fincas, empinados, cascadas entre varias cosas más.
Cerca del lago Alajuela y del Camino Real, en medio de tan importante y rico legado histórico, está ubicada la comunidad de Quebrada Ancha. Una población que vive en extrema pobreza, donde sus niños de manera entusiasta reciben a los visitantes con pies descalzos, danzan al son del tambor con tonadas panameñas. Algunas de las pequeñas no cuentan con la camisa para sus bailes, pero aun así no se detienen para ponerle alegría a la danza. Parte de la economía de subsistencia del pueblo son los recorridos turísticos y la atención al visitante.
Aquí se almuerza. El menú es delicioso: sancocho de gallina dura y arroz hecho con fuego de leño. Al finalizar puedes comprar artesanías confeccionadas por los lugareños como recuerdo de su estadía.
Qué debes llevar
La caminata dura alrededor de tres horas, que te transporta a la época colonial y a lo difícil que fue para quienes la transitaron y más en temporada de lluvia, como ocurrió con el equipo de DÍAaDÍA.
Para este recorrido es importante llevar buenas botas para caminar, agua, abrigo de lluvia, otra ropa por si llueve, repelente para mosquitos y otros animales como garrapatas, gorra para el sol, bloqueador, comida para el camino por si le da hambre.
Es una experiencia innolvidable, que valió la pena realizarla. Si quieres visitar el sitio, puedes comunicarte al 6539-2064.