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Volvió a reinar la zozobra. Los residentes de Prados del Este manifestaron ayer que no desean vivir más en esta barriada.

Un fuerte aguacero, que duró unos 15 minutos, hizo que los residentes recordaran aquel fatídico viernes 17 de septiembre. Muchas familias salieron huyendo de sus casas al ver que el agua del río Cabra comenzó a crecer, y se alojaron en la casa modelo de la entrada. Los niños se mostraron histéricos, los nervios quedaron de punta. Otros decidieron quedarse en sus casas, por temor a que los dueños de lo ajeno se llevaran lo poco que pudieran salvar. En las áreas aledañas, las aguas se estancaron, dando un aviso de lo peor. Piden a las autoridades que los reubiquen en otra barriada, ya que no quieren seguir pagando 35 mil dólares por una vivienda insegura.

En un comunicado, la Promotora Nacional de Vivienda manifestó que buscará soluciones para que situaciones como las ocurridas, no vuelvan a suscitarse.