Hace un par de días sostuve una conversación un tanto polémica con el presidente de la Federación Panameña de Fútbol, Ariel Alvarado.

Le pregunté sobre los partidos de fogueo para la selección femenina y me remitió a un comunicado, pues ellos trabajan de esa forma, porque consideran que así llega igual a todos los medios.

Consideraba que no era ético darle la información primero a unos que a otros y, que además en ocasiones aparecían noticias que no eran, debido a que no consultábamos a la fuente oficial.

Después de escucharlo, le dije que el problema radicaba en que él rara vez contestaba el teléfono y que lo hiciera era casi como tener suerte para ganarse la lotería.

Refutó y dijo que nosotros siempre queríamos andar preguntando. De inmediato le respondí que ese era mi deber como periodista y que siempre que tuviera la oportunidad lo iba a hacer. Enseguida contestó que ese era mi deber, pero no su obligación contestarme y me indicó que para la próxima le preguntara al gerente de selecciones Rolando González.

Pero sucede que, un día después, un compañero llamó a la entidad para preguntar sobre los amistosos y así pudimos conocer que Panamá sostendría un amistoso en Trinidad el próximo mes. Sin embargo, la fuente solicitó que no reveláramos el nombre y que citaran a una "fuente caribeña".

Para nuestra sorpresa, al día siguiente salió publicado en otro diario de la localidad esa misma información y ayer volvió a repetirse la situación, cuando volvió a salir en el mismo diario que Panamá jugará el 7 de octubre un amistoso con El Salvador en el Estadio Rommel Fernández.

Entonces, nos preguntamos: ¿Cuál es el temor de la supuesta fuente caribeña a que citen su nombre? ¿Por qué Ariel se da golpe de pecho asegurando que la información llega a todos por igual cuando no es así, porque ese día sino hubiese sido por la llamada del compañero, nunca habríamos conocido la noticia? ¿A qué juegan? ¿Porqué tanto misterio en un tema tan sencillo?

No sé ustedes qué persiguen con esa actitud, pero algo sí les digo. Yo seguiré preguntando cuántas veces crea necesario porque los comunicados no dicen todo lo que el lector desea saber.