En la escuela Villa Milagros, en Torrijos Carter, el director, de muy buena fe, pidió cinco donaciones por estudiante, pero la escuela las está entregando a cualquier persona que se acerca y dice ser damnificada. Lo malo es que la gente se aprovecha de la buena fe y se hace pasar por afectado, cuando en realidad vive en la misma barriada que no sufrió daño.
HAY HASTA DROGA
En Altos del Valle de Urracá, un señor saca todas las tardes sus bocinas y las pone a todo volumen. Se pone a tomar cervezas y llegan menores que se ponen a libar con él, corrompiéndolos. Dice un lector que incluso se consume droga. ¡Ojo!
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