Un hombre sin identificar deja una piedra (costumbre judía) junto unas flores en la tumba del arquitecto y buscador de nazis, Simon Wiesenthal, al final de su entierro en el cementerio de Herzliya, Israel. Wiesenthal, que murió con 96 años, consiguió llevar ante la justicia a mil 100 criminales de guerra nazis.
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