Todas las apuestas están en contra. Los conocedores en materia de béisbol consideran que sólo un milagro puede salvar hoy a Panamá, en el inicio de la muerte súbita del XXII Campeonato Mundial de Béisbol Juvenil que se realiza en Sancti Spíritus, Cuba.
Y es que no se puede tapar el sol con un dedo. A Panamá le tocó bailar hoy con el líder del Grupo B, Canadá, partido pactado para la 1: 00 de la tarde en el estadio José Ramón Cepero.
Las estadísticas revelan que Canadá sólo perdió un juego en la primera etapa frente a Estados Unidos, 2 por 1. Por su parte, la tropa panameña logró clasificarse en el último suspiro, gracias a la victoria que consiguió el viernes 3-0 sobre Australia.
Si se revisa minuciosamente el aspecto de la ofensiva, Canadá terminó la etapa regular con promedio colectivo de .311, producto de 60 imparables (3 jonrones) en 193 viajes al plato. En total fabricó 41 carreras.
En tanto, Panamá sólo sonó colectivamente para .213, gracias a 32 hits (1 cuadrangular) en 150 turnos. En cinco partidos sólo llevó a 15 corredores a la registradora.
Pero no sólo la ofensiva de Canadá fue superior a la de Panamá. El pitcheo canadiense también estuvo muy por encima, con sólo 13 anotaciones permitidas (8 limpias) y efectividad de 1.53. Panamá, por su parte, aceptó 27 carreras (25 limpias) y finalizó con una efectividad colectiva de 5.77.
POSIBLE ABRIDOR
Para este juego contra Canadá, que sólo vale ganar o ganar, el jefe de la tropa istmeña, Aristides Bustamante, podría enviar al montículo a Randall Delgado, quien presenta récord de 1-0.
Delgado se apuntó el primer triunfo de Panamá en el Mundial a costa de Sudáfrica. En ese partido no aceptó carreras en siete entradas, con tres hits y siete ponches recetados.
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